Le Doy de Puntin

Los dueños de la pelota.

01 abril, 2009

Las Eliminatorias

El sábado pasado iba a escribir una crónica. Luego pensé mejor y dije: "No, la escribo tras haber terminado toda la ronda de eliminatorias". Que acertado estuve. Despues del 4 a 0 contra Venezuela, Argentina para los medios amarilloides era La Naranja Mecánica. La realidad fue otra. Llegamos seis veces y metimos cuatro goles. Dos con connivencia del arquero visitante. Aún asi, el 4 a 0 fue un baño de agua fresca en un verano durisimo. Habiendo terminado recien el segundo partido con la selección de Bolivia, Argentina tuvo un baño de realidad. Argentina perdió 6 a 1 y ni siquiera podemos decir que jugó "MAL". Y tampoco podemos decir que el 6 a 1 es justo. Bolivia llegó mil veces al area de Argentina. Pudo meterle diez, doce o quince goles. Carrizo sacó miles de pelotas. Esa máxima Passarelliana que dice que en la altura de Bolivia o Ecuador "la pelota no dobla" nunca fue mas real. Cada pelotazo que tiraba el diez boliviano, un brasileño nacionalizado, iba al arco. Los nuestros, los caros, intentaban poco pegarlo buscando entrar con pelota y todo. Un pensandor dijo "El Fútbol es la dinámica de lo impensado". Que verdadero. Un equipo pasó de ser la naranja a ser once bananas.


Argentina-Venezuela.
Con una formación novedosa, un 3-4-3, Maradona dejaba ver lo que pensaba pero no lo que decía. Venezuela era y es un rival menor como para probar el trio Tevez-Agüero-Messi. De movida, a los cinco minutos, se sabía que Argentina lo iba a ganar, no se sabía como ni cuando. Venezuela aplicó un 4-5-1 candadesco intentando neutralizar la velocidad, porque se sabía que sin enganche, Argentina iba a jugar a la rapidez de sus figuras y sin una estrategia muy definida. Abrir la cancha con Maxi Rodriguez y Jonas Gutierrez y meter diagonales. Aun asi, tres de los goles llegaron por contra-ataques y el cuarto por un error del arquero venezolano que había demostrado ser muy blandito. Argentina no pasó ningún apuro y demostró en ese partido que de local y con rivales mediocres puede jugar a ser "ofensivo" al menos en los papeles.


Bolivia-Argentina.
La previa era caliente. El recuerdo del Diego jugando con Evo apoyando el hecho político de que se pueda jugar partidos oficiales en La Paz, motivaba a la situación de callarse la boquita y no quejarse de la altura. La realidad es que arriba de los 1500 metros sobre el nivel del mar es muy diferente todo. La pelota tiene otra velocidad, el aire es diferente y el oxigeno escasea. Y los once que estaban en cancha jugaron muy poco o nunca en esas condiciones acostumbrados a jugar en Europa. Montenegro, Papa y Angeleri (Papa desde el comienzo) tampoco tuvieron ese roce internacional o lo tuvieron muy poco en esas condiciones. Un Mascherano desconocido y una pareja de centrales desacoplada y ahogada desde el minuto uno originaron todo, y a eso sumenle que entró Di Maria y lo expulsaron a los cinco minutos. 6 a 1 que pudieron ser quince. Messi pifió todo. Tevez, en las condiciones bolivianas, no pudo ser el bulldog al que nos acostumbró. Lucho Gonzalez no es un jugador de selección ya. Rescatable lo de Gago y Heinze peleando y peleando a pesar de todo.

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En este momento no vale la pena discutir si con Roman Riquelme en cancha esto hubiera sucedido. Pero cuando Argentina perdió 5 a 0 con Colombia la gente coreaba un nombre sobre el final del partido. Sin chistes.


Una imagen vale mas que mil palabras

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