Conclusión del post anterior

Clase Magna:

Fútbol: disciplina deportiva. Deporte.

Deporte: Cuando los habitantes de las costas provenzales tenían un rato libre, corrían al puerto a divertirse. Una cosa eran las horas de trabajo y otras más divertidas las idas al puerto. “Deporte” pasó a significar “estar de portu”.

Es decir divertirse. Obviamente, algunos técnicos de fútbol (y acá no distingo entre nacionalidades) no tenían ni la menor idea que significaba deporte. Apelaron al revisionismo, que es un eufemismo para decir "Entiendo lo que se me canta el orto sobre lo que dijeron los demas", y convirtieron al fútbol en un sufrimiento.

En la actualización pasada dije que en el próximo posteo (o sea éste que me ocupa) iba a hablar del Superclásico, del partido de Central y del partido de San Lorenzo. Gracias a Ischia, Gorosito, Cuffaro Russo y Fanesi en vez de divertirme voy a SUFRIR. Y no dejo afuera a Madelón. Si dejo afuera a Roldan, técnico de San Martin de Tucuman, que parece que todavia aprecia el deporte y no convirtió al fútbol en un ajedrez humano. Y aquí hay otra cuestión... muchas veces decimos "Los técnicos de fulanito y menganito plantearon el partido como un juego de ajedrez". ¡Minga! Porque cuando decimos eso decimos que el técnico de fulanito y menganito fue a rapiñar un empate, y ¿Quién juega al ajedrez para hacer tablas? Preguntenle a Bobby Fischer, Kasparov, Capablanca o Karpov si jugaban para comer peones y un llobaca cada tanto. ¡Las pelotas!

Ischia y Gorosito lloraron toda la semana de que no tenían el equipo. ¿Para qué diganme? ¿Qué podía proponer por caso Ischia que Gorosito no pudiera suponer? ¿Gaitan en vez de Riquelme? Y Gorosito... Si Falcao no jugaba ibas a poner a Gallardo y a Buonanotte de doble enganche y Fabbiani como punta. ¿Cuál era el gran secreto? ¿Todo ese andamiaje pelotudo para el superembole? Fue HO RRI BLE el partido. No apostaron nada. Opino que el fútbol debería ser como el basquet yankee. No hay empate. Tres puntos o cero. La especulación para empatar es algo horrendo.

De Central y Gimnasia no voy a hablar mucho porque vi poco del partido, pero lo que vi no escapa a las mismas palabras que en mi opinión sobre el superembole. Un 1-1 que no le sirve a ninguno de los dos donde jugaron a ver quien iba menos para adelante. Detestable.

Me detengo en este anteúltimo párrafo para hacer un minuto de silencio. Se murió la dignidad. Fanesi, antifútbol, anticódigo, todo lo que quieran. Pero es de poco hombre pelearte mas por los premios que por ganar en la cancha. Los jugadores cuervos hicieron absolutamente todo por el resultado que se dio. Un lapidario 3-0 absolutamente merecido por los tucumanos que jugaron bien a pesar de sus falencias e intentaron ir por abajo y no rifar la pelota como si fueran los numeros del teleKino. Aplausos para los de Roldan. Y los que van para atras no merecen llevar la camiseta blaugrana que con tanta flema llevaron los Veira, los Telch, los Biaggio, los Acosta...

Este fin de semana no hubo fútbol. No hubo "deporte".
Hubo vergüenza.