Esto no va mas viejo. Desde que el fútbol es "para todos" cualquier mamotreto tiene el tupe de querer campeonar. Ya soportamos que la horriblez de Banfield logre el trofeo que jamas en la vida debió haber visto, pero soportar ahora que el espanto de Godoy Cruz del Ñoño Asad (vieron que es igual a Ñoño?) quiera llevarselo a la provincia de Cleto Cobos?
No, me niego rotundamente. Tengo dignidad. Los mendocinos que se dediquen al andinismo y que dejen que los argentinos jueguen al fútbol, si señor.
Estos dos meses que no actualicé fue por pudor. La verdad, me daba vergüenza aparecer por estos lares. El fútbol debería ser un espectáculo y en definitiva es un negocio donde ganar lo es todo, perder es el infierno, y empatar te da una semana mas de vida. Y no es que este mal, una competencia tiene ganadores y tiene perdedores, es la ley. Lo que esta mal es olvidar que el partido no se juega a puertas cerradas y sin televisación. Hay gente viendo lo que hacen esos veintidós intérpretes. Gente que en algunos casos pagó bastante la entrada. El fútbol empezó siendo un deporte alegre donde ser original e inventivo tenía su recompensa. Hoy hay que ser original, inventivo y absolutamente triunfador y la última es una condición sine qua non. Quizás siempre debió haber sido así. Pero en algún punto de la historia, eso se torció, el fútbol cambió. Busco hacer crecer los bíceps y no el cerebro.
Hoy los jugadores son imbéciles en busca de plata y una trola para pasar el rato. Algunos de ellos dicen "Esto es mi trabajo solamente". Se llegó a eso. Y claro que para muchos es un axioma real. Si la lógica dice que lo único importante es ganar (en paralelo a la lógica empresarial de solo ganar dinero, no importa como), es lógico que el futbolista no sea mas que un empleado esperando el momento de la jubilación.
Y ahora hablemos de la selección. Ayer jugó contra Alemania un partido que debería ser la métrica de los siguientes y de los (ojala) siete que dispute en Sudáfrica. ¿Me contradigo? Si y no. El mundial se juega cada cuatro años. Lo importante es ganar y si, brindar espectáculo. Pero dentro de la sociología hay algo muy curioso. Mientras que en el día a día queremos que nuestro equipo nos llene los ojos, cada cuatro años, cuando la selección llega al país sede, lo único que queremos es que el capitán levante la Jules Rimet con lágrimas en los ojos. Ahí si que no importa como. Será por el desapego al valor futbolístico que debería tener el equipo que representa a la patria. Lo central es que como jugó ayer Argentina (salvo por algunos pasajes que coincidieron con las lesiones de Demichelis y Heinze) es como debería jugar en la fase eliminatoria. Sólido, aprovechando las pocas chances que los equipos europeos van a dar y duro atrás. No se hasta que punto tiene sentido jugar con cuatro centrales en el fondo. Yo jugaría con tres si la idea pasara por no llevar laterales. Llevaría seis centrales y me acomodaría con volantes mixtos, pero hay tiempo para evaluar eso. Creo que cuatro centrales limitaría muchísimo a algunos jugadores con poco recorrido y resultaría en un exceso de seguridad que en definitiva no funcionaría. Pondría un central por el lado derecho y un lateral por el izquierdo si es que el Galgo Gutierrez fuera titular porque el jugador del Newcastle tiene un ida y vuelta diabólico. Llevaría un enganche por si los partidos no se abriesen y pondría tres delanteros en vez de dos. Tevez y Messi y arriba un nueve que se faje con los centrales. Ahí el Diego acertó, lleva a los tres mas dulces del momento, el Pipita Higuaín, Palermo y Milito.
Sería ideal que la selección brindase un buen fútbol, pero no le pidamos peras al olmo y recordemos que la copa del ´86 también la sumamos a la hora de contar los palmarés.
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