El xeneixe Daniel usando la camiseta del máximo rival, una demostración de Fair Play.
Eu, que soy de Boca (Juniors, porque ahora esta el Boca Unidos), me pongo aquí a cantar al compas de la vigüela – es decir, la guitarra, pero no es mi culpa que primeros los gauchos y despues los forros le pusieran asi- que lo que al zaguero desvela no es el nueve, sino el diez, que con la de cuero en los pies, le hace muchisimo lio, y el dos, furioso de hastío, al diez ha de revolear, por los aires y hasta al mar, por puto (el diez) y ladino, y si sigue haciendo el fino, en la calle va a cobrar.
Es decir, si, el dos o el seis, en nuestra herencia futbolística que pone cuatro en el fondo, son fundamentos vitales. No hay dos sin seis, no hay seis sin dos. No hay Passarella sin Pavoni (QUE?). No hay Bermudez sin Samuel, no hay tomatito Pena sin quien quiera que haya sido su compañero en la zaga en ese impresentable equipo de Independiente.
Los dos del fondo estan ahí para destruir todo lo que falló en destruir el cinco. Existen para revolearla cuando los laterales se mandaron en una expedición sin mucho éxito. Permanecen en la memoria cuando de puro “llegue a destiempo” vuelan la rodilla de un rival o cabecean la nuca del nueve contrario causándole un pequeño pero mortal paro cardiorrespiratorio.
Si. Esta nobilisima profesión tuvo y tiene proceres de la fractura al contrario:
La Tota Fabbri, genial hacedor de penales para los contrarios. Era un As del llegar un segundo despues.
El Chavo Desabato. Enorme en señalarle al jugador rival lo que el considera defecto. Borracho y mono entre sus favoritos.
El Cabezón Ruggeri. El San Martín de esta posición. Ganó en todos lados todo siempre rompiendo en mil pedazos a algún rival desprevenido. Es histórica la zancadilla con la cual aniquiló el orgullo del paraguayo Chilavert (que, imprevistamente, era arquero).
Jonathan Botinelli. Un cabeza caliente siempre listo para tirarle un cortito a alguien, por ejemplo, el colombiano Falcao. Igualmente, no podríamos hablar de Botinelli sin nombrar a su co equiper (ahora su técnico): el gallego Mendez. Lo mas mala leche que se ha retirado hace poco del fútbol profesional. Luego de tirarle una plancha asesina a Falcao dijo “Me saqué la mala leche”. Desde ya, mintió, una temporada final en Banfield sería fiel testigo de esa falsedad.
Juan Simón. Un exquisito, jamas tiró una patada y lo agarraron. Siempre fueron desapercibidas. Un león de tirarse a los pies y que no le cobren penal.
Estos que arrojé son de las ultimas dos décadas.
Los invito a asomar aquí y expresar a algunos de los grandes genios de esta posición.
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